Dra. Nelly Machado - Dermatóloga Quito
Colocación de toxina botulínica
La toxina botulínica, conocida habitualmente como bótox, es una sustancia química que actúa sobre las células musculares y bloquea su actividad, paralizando el músculo. En el campo de la medicina estética se utiliza la toxina botulínica para evitar que ciertos músculos se contraigan, lo que bloquea o minimiza su capacidad de movimiento. Modula así también los movimientos de la piel, y evita la formación de arrugas de expresión.
El bótox es utilizado básicamente para el tratamiento de arrugas de expresión en el tercio superior de la cara: frente, entrecejo y patas de gallo. Es a partir del tercer o cuarto día desde su aplicación cuando el bótox empieza a hacer efecto.
¿Cómo actúa el botox en el paciente?
En primer lugar, para entender cómo actúa el botox en el paciente, debemos identificar los dos tiempos de arrugas:
- Estáticas: las que se producen por el propio descolgamiento de los tejidos y la pérdida de colágeno. La mímica facial condiciona sus cambios pero no las hace menos visibles.
- Dinámicas: las que son consecuencia del movimiento repetitivo. La mímica facial las hace más o menos visibles, por lo que son menos visibles si hay una expresión facial relajada.
Es sobre las dinámicas que actúa la toxina botulínica. Si paralizamos en mayor o menor medida la actividad de ciertos músculos, limitamos también la mímica facial repetida y la formación e identificación de las arrugas dinámicas o «de expresión.
Si se utiliza el bótox correctamente, el paciente puede seguir expresándose con naturalidad pero de forma menos intensa y forzada, con lo que prevendrá que la piel se arrugue. El bótox hará que las arrugas de expresión no vayan a más y se suavicen poco a poco, ya que el paciente tendrá una expresión más relajada.
¿Cada cuándo debemos repetir el tratamiento de bótox?
La toxina botulínica perderá su efecto con el paso del tiempo, como sucede con cualquier sustancia biológica. Cuatro meses después de aplicarla, la toxina botulínica o bótox empezará a perder efecto, y a los 6 meses ya será prácticamente inexistente. Transcurrido ese tiempo, el músculo recuperará su actividad, la expresión restaurará su intensidad y las arrugas volverán, por lo que tendremos que aplicar de nuevo el tratamiento entre los 4 y 6 meses. Si no lo hacemos recuperaremos la movilidad muscular previa y, con ello, el estado inicial de esas arrugas de expresión que queremos tratar.
¿A qué tipo de pacientes se aplica la toxina botulínica?
La toxina botulínica no da volumen. Muchos pacientes se confunden y, aunque quieren aplicarse la toxina botulínica, dicen que no quieren verse la cara hinchada o debe confundirse la toxina botulínica con el ácido hialurónico. La toxina botulínica nunca hincha la cara, sino que como ya hemos dicho, actúa sobre el músculo impidiendo su contracción.
No es posible generalizar ya que hay muchos tipos de pacientes: algunos empiezan a marcar arrugas de expresión desde muy jóvenes y empiezan a tratarse a los 30 años, mientras que otros no empiezan hasta una edad más avanzada.
Dado el carácter preventivo del tratamiento, es muy adecuado hacerlo de manera temprana, ya que contribuirá a minimizar la progresión de las arrugas. La acción continuada del botox va reduciendo las arrugas pero, cuanto más marcadas estén, más costará que estas se suavicen y difícilmente las hará desaparecer.
Si las arrugas son muy marcadas, se recomienda un tratamiento en dos tiempos:
- Durante el primer año aproximadamente se tratará solo con bótox para determinar el grado de mejora de las arrugas.
- Después de este primer año, con las arrugas de expresión suavizadas, se incorpora ácido hialurónico de muy baja reticulación, para tratar la arruga. Previamente, habremos tratado con botox para evitar la contracción del músculo que condiciona la aparición de la arruga. Por mucho ácido hialurónico que pongamos, si el músculo se contrae, la arruga va a seguir ahí.
¿Cómo se aplica el bótox?
Se aplica con una aguja muy fina (30 gauges) que prácticamente ni se nota en una serie de puntos. El tratamiento es indoloro, dura unos 15 minutos y se actúa en determinados grupos musculares (identificados durante la evaluación de cada paciente).
En esta evaluación, el paciente gesticula, levanta las cejas, frunce el ceño, pone cara de enfado o sonríe fuerte. Esto permite identificar las arrugas de expresión y concretar sobre qué puntos se aplica la toxina.